Para dar comienzo a la temporada y escapando de las nubes del cantábrico, allá por Febrero, una vez más tiramos al Oeste, al preciado prepirineo.
Con
idea de ir estirando las piernas, nos plantamos sábado noche en el
campamento base, y así el domingo con menos pereza, con un mínimo
trayecto en coche, nos ponemos en el lugar de salida de la ruta. Lobera.
En
esta ocasión optamos por una vueltica que no prometía mayores
dificultades que los propios del desnivel y los kilómetros rodados, ya
que la mayor parte discurre por pista en el entorno de Santo Domingo.
Salimos de Lobera, pista hacia arriba dejando atrás el pueblo.
Un día inpecable , hasta la temperatura acompaña.
Un instante de la subida, al fondo el objetivo: Las peñas de Sto. Domingo.
Está claro .
Ya en la cima de Sto. Domingo, vista de la ermita.
Todavía queda un último esfuerzo para alguna entre las peñas.
Hacia el Norte, al fondo, el pirineo nevado.
Unas vistas increibles, un regalo para la vista.
Ya
en la bajada, es cuando vienen las complicaciones. ingenuos nosotros
que pensamos que va a salir todo rodao. Como si no nos conocieramos.
Por
no tirarnos por la embarrada pista de subida optamos por un sendero que
pintaba bien en su primera parte, pero más adelante algunos tramos se
complicaban, bien por la inclinación o por la dificultades del terreno.
Eso si , los tramos ciclables eran una verdadera cremita para untar.
Senderil total.
Y que raro, que al final tuvimos que correr y no hay muchas más fotos. Correr por que se nos echaba la noche encima.
En fin , nada nuevo, pero es que si no nos echan , no nos vamos. :)
Un entorno para repetir, ya que se quedaron varios senderos "fichados" por aquel lugar, que prometen.
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